WomenAction 2000 - Contribución alternativa sobre Mujer y Medios de Comunicación

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La siguiente nómina de personas y grupos de mujeres contribuyeron a la compilación y edición de este informe: Meena M. Shivdas; Mavic Cabrera-Balleza, Susanna George y Luz Maria Martinez de Isis International-Manila; Karen Banks, Dafne Sabanes Plou and Jill Small de la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones- Programa de Apoyo a las Redes de Mujeres (APC-WNSP); Sally Burch e Irene León de la Agencia Latinoamericana de Información y del APC-WNSP.

Antecedentes

La Plataforma de Acción de Beijing (PBA) adoptada por los estados miembros de las Naciones Unidas en 1995 describe los problemas en la relación de las mujeres, los medios y el desarrollo bajo la Sección J y señala estrategias y acciones que se consideran primordiales para encarar las preocupaciones de las mujeres con relación a los medios de comunicación. La PBA no sólo reconoce los avances realizados en el campo de la tecnologías de la comunicación, sino, lo que es más importante, la imagen estereotipada de la mujer que difunden los medios, con un aumento significativo de las imágenes que perpetúan la violencia contra las mujeres, y la falta de acceso de las mujeres a la expresión y a la toma de decisiones en y a través de los medios. Las recomendaciones para los gobiernos, las ONGs y las organizaciones de los medios se agrupan en dos objetivos estratégicos específicos: 1) el aumento de la participación y el acceso de las de las mujeres a la expresión y a la toma de decisiones en y a través de los medios y las nuevas tecnologías de la comunicación; 2) promover una imagen balanceada y no estereotipada de las mujeres en los medios.

La PAB llama a la acción en áreas de políticas de los medios sobre temas de género, la imagen de las mujeres difundida por los medios y la posición relativamente baja que ocupan las mujeres en las organizaciones de los medios. La PAB subraya la importancia de la perspectiva de género en las políticas y programas de los medios. También enfatiza trabajar por el cambio en los principales medios a través del monitoreo sostenido del contenido de los medios y de sus intentos a favor de la sensibilización de género.

¿Cuáles han sido los progresos que se han implementado en estos cinco años? Esta contribución alternativa a la manera de un informe reúne el análisis colectivo y los esfuerzos de mujeres activistas, profesionales de los medios, académicas e investigadoras que monitorearon y revisaron los esfuerzos de los gobiernos para implementar las recomendaciones de la Sección J de la PAB. También se refiere a los nuevos temas y preocupaciones que se han identificado luego de la adopción de la PAB e identifica estrategias para el cambio.

Sobre este informe

Este informe cubre la discusión de temas emergentes preocupantes tales como la globalización de los medios de comunicación y sus consecuencias para la vida de las mujeres, y los desafíos y obstáculos que presentan las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC) El informe llama la atención sobre los rápidos cambios en el escenario de los medios y describe las estrategias para aumentar el acceso de las mujeres a la expresión y a la toma de decisiones en y a través de los medios y las NTIC y brindar una imagen más realista y diversa de la mujer. Este informe se presenta en el formato sugerido por la División para el Avance de la Mujer (DAW) y la Comisión sobre la Condición de la Mujer (CSW), de la ONU a los estados miembros para informar el progreso obtenido en la implementación de la PAB.

Este informe se base principalmente en tres informes regionales de ONGs sobre mujer y medios de comunicación que se escribieron especialmente para conformar esta contribución Estos informes son el de Asia, compilado por Isis Internacional, Manila, el de América Latina, compilado por ALAI (Agencia Latinoamericana de Información), Quito, Ecuador, y la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones- América Latina, y el de la Unión Europea, compilado por la Asociación para el Progreso de las Comunicaciones, Londres. El informe también incluye información sobre los informes alternativos sobre las 12 áreas críticas de preocupación para Asia Occidental (compilado por la red de ONGs de mujeres en el mundo árabe), e información sobre la Sección J y la situación de las NTIC del Grupo de Trabajo sobre Género de la Sociedad Africana de Información (AISGWG). También se ha tomado información de los informes regionales de la ONU (ESCAP; ECSWA; ECA; ECLAC; ECE) sitios web de la ONU (WomenWatch; CSW; DAW) análisis e informes de ONGs sobre las mujeres y los medios y la discusión en línea que revisó la implementación de las recomendaciones de la Sección J de la PAB.

Mientras que se han realizado todos los esfuerzos posibles para abarcar las diversas situaciones de los medios en el mundo y la cantidad de experiencias que han desarrollado las mujeres con relación a los medios luego de Beijing en las diferentes regiones, este informe reconoce las limitaciones de presentar un documento alternativo "mundial". En primer lugar, reconocemos la tendencia a generalizar situaciones y postura y se ha tenido cuidado en ilustrar las afirmaciones y puntos de vista con ejemplos de las regiones o países específicos. En segundo lugar, el informe puede no cubrir todas las iniciativas tomadas por los grupos de mujeres, las investigadoras, académicas, activistas, profesionales y otras que están al frente de la implementación de monitoreos de la Sección J y luchan por el cambio en el nivel de la formulación de políticas y prácticas y de las realidades cotidianas. Esto es específicamente cierto para Africa y Asia Occidental donde no pudimos obtener revisiones de las ONGs sobre la Sección J. En el caso de Africa, como lo señala correctamente AISWSG, además de las dificultades de tiempo y logísticas, el valor detrás de producir un informe por el sólo hecho de compilar un documento es limitativo. Esto se debe a que no ha existido un proceso de revisión mundial uniforme de la implementación de la Sección J en el cual las ONGs acordaran el uso de indicadores para medir el progreso y/o el retroceso en las distintas regiones con el fin de construir un análisis del monitoreo basado en variables e indicadores comunes. Más aún, el grupo sintió que cualquier proceso de revisión o monitoreo debería ser considerado en un proceso sostenido a favor del cambio.

En Asia Occidental, a pesar de que hubo esfuerzos intensos por contactar grupos que revisaran la Sección J, el tiempo y otras limitaciones nos impidieron alcanzar nuestra meta.

También somos conscientes de que algunos de los informes regionales y de la información obtenida tiene mucho que ver con NTIC, que mientras refleja el aumento que ha tenido el uso de las NTIC por parte de las mujeres también tiene que ver con la tarea que cumplen los grupos que recopilaron los informes. No obstante, este factor de ninguna manera niega los esfuerzos de las mujeres que trabajan con otros medios, incluyendo la prensa, la radio, la televisión, el cine y los modos tradicionales e indígenas de comunicación como la historia oral, los relatos de cuentos y la danza. Reconocemos todos los esfuerzos realizados por mujeres en todo el mundo para corregir lo que está mal en los medios.

Agradecemos a todas las personas involucradas en la realización de este informe por su apoyo incondicional y su trabajo consistente. Esperamos que este documento sea de ayuda para las activistas, profesionales y analistas de los medios y los encargados de las políticas de comunicación.

I Introducción

La Sección J de la PAB destacaba cinco puntos primordiales para la relación de las mujeres, los medios de comunicación y el desarrollo. Estos puntos son:

  • Los avances realizados en la tecnología de la información, en particular las posibilidades de las redes de comunicación de trascender los límites nacionales, lo que tiene beneficios y desventajas para las mujeres;
  • El aumento del número de mujeres que trabajan en el sector de las comunicaciones que, no obstante, no se traduce en un aumento en el acceso al poder y a la toma de decisiones en los medios; las mujeres tampoco están en condiciones de influir en las políticas de comunicación;
  • La falta de sensibilidad de género en las políticas y programación de los medios; el aumento en la promoción del consumismo; y la necesidad de crear mecanismos autoregulatorios para los medios;
  • La imagen estereotipada de la mujer que prevalece en los medios y el aumento de imágenes violentas y pornográficas de las mujeres;
  • Los obstáculos a la habilidad de las mujeres para acceder a las crecientes autopistas de la información; y la necesidad de involucrar a las mujeres en el desarrollo y la difusión de las NTIC:

Este informe muestra que luego de cinco años de que los gobiernos adoptaran la PAB y se comprometieran a implementar sus recomendaciones, muchas de las preocupaciones que se expresan en la Sección J permanecen, mientras que han surgido otras nuevas. La información que se obtiene de los diversos informes regionales indica que a pesar de que se han logrado progresos en la implementación de las recomendaciones de la Sección J, mucho tiene que ver con el monitoreo sostenido, el trabajo en red y los esfuerzos de cabildeo que han realizado las organizaciones de mujeres y los grupos de monitoreo de los medios. Esto se indica tanto en las revisiones y los análisis que han hecho las ONGs como en los correspondientes a los gobiernos. Tanto las revisiones de la ONU como los informes de los gobiernos indican que ha habido un aumento en el número de mujeres que entran a trabajar en las empresas de los medios en los niveles profesionales y que hay un aumento en el número de mujeres que se gradúan de las escuelas de periodismo y comunicaciones. La situación de las mujeres y los medios tanto en Asia como en América Latina confirman esta tendencia.

No obstante, continúa prevaleciendo una representación e imagen negativas de las mujeres que puede estar vinculada a la falta de implementación de códigos de ética para los medios nacionales y, en algunos casos, aún a la no existencia de tales códigos. Lo que es más, las mujeres continúan teniendo un acceso y una participación limitados en la toma de decisiones en la industria de los medios, en los gobiernos y en los entes que supervisan la formulación e implementación de las políticas de comunicación de los medios. Las mujeres que trabajan en los medios continúa enfrentando la discriminación de género, incluyendo el acoso sexual en los lugares de trabajo. Por lo tanto, el poder de conformar e influir en los medios todavía resulta elusivo para las mujeres. De lo anterior se puede decir que se necesitan todavía más esfuerzos por parte de los gobiernos, empresas de los medios y ONGs para lograr los dos objetivos estratégicos descriptos en la Sección J.

Aun mientras la Sección J captó algunas de las preocupaciones de las mujeres activistas, profesionales y trabajadoras de los medios en su análisis de la situación de la mujer y los medios de comunicación, no se han explorado todas las dimensiones de la relación de la mujer con los medios de comunicación. Las realidades económicas y políticas

dentro de las cuales las corporaciones transnacionales de los medios perpetúan las desigualdades y la inequidad no han sido consideradas y la vulnerabilidad de las mujeres como custodias tradicionales del conocimiento indígena en este ambiente no ha sido tratado. Las mujeres están preocupadas con la ausencia de análisis de la globalización de los medios, en particular las grandes uniones entre las corporaciones transnacionales de los medios y los cambios en la propiedad de los medios de nivel nacional que influyen en los contenidos e intenciones de los medios.

El informe de Asia señala que las corporaciones transnacionales de los medios ahogan a las empresas nacionales, dejando menos espacio para las mujeres tanto en los medios principales como en los alternativos. Además, la globalización de los medios abre el camino a una mayor comercialización y consumismo y más importante, a la tendencia a homogeneizar las culturas que dan como resultado la marginación de las voces de las minorías y de las culturas y pueblos indígenas. En América Latina, las mujeres consideran que las grandes organizaciones multimedia que controlan diferentes tipos de medios de comunicación dan como resultado una representación desigual de todos los actores sociales. Temas cruciales como la libertad de expresión y de información, y mecanismos confiables para el mayor uso de las NTIC reúnen a las mujeres en la región europea. Las mujeres ene l mundo árabe reconocen que a pesar de que las mujeres ocupan puestos claves de decisión en los medios e instituciones, todavía es necesario defender más los derechos de las mujeres para confrontar sus imágenes estereotipadas en los medios.

El monitoreo de la implementación de la Sección J tiene sus problemas. Los procesos y las políticas estructurales y de procedimiento que existen en muchos países hacen que sea difícil lograr contribuciones y evaluaciones. El informe de la ECE sugiere que algunos gobiernos reestructuraron sus oficinas para el avance de las mujeres sin necesariamente integrar el mandato sobre temas de género con otros mecanismos institucionales nacionales y regionales que rigen en los medios y entre los que dominan el desarrollo de las NTIC: En muchos casos, las oficinas nacionales para el avance de las mujeres que tienen un mandato para monitorear la implementación de la PAB no cuentan con los recursos ni con el poder para hacerlo.

Otro factor importante para considerar en la revisión que realizan la ONU y las ONGs de la implementación de la PAB es la ausencia o de un mínimo reconocimiento a la sección de los Planes de Acción Regionales que se adoptaron con anterioridad a la Conferencia de Beijing. El sentir es que estos Planes de Acción Regionales reflexionan más sobre las situaciones que prevalecen en la relación con los medios y que las recomendaciones están más basadas en situaciones contextuales. Por ejemplo, el Plan de Acción de Asia Pacífico describe la situación cambiante de los medios y la amenaza a las formas indígenas y culturales de comunicación por acción del creciente flujo de imágenes extranjeras y homogéneas. El documento también describe los modelos de propiedad de los medios existentes y establece las conexiones entre las intenciones de las corporaciones y los contenidos de los medios. A pesar de que la PAB intentó elaborar una descripción de los medios mundiales basándose en las diferentes situaciones regionales, las políticas de exclusión basadas en la percepción de los intereses nacionales en las deliberaciones de la ONU, las limitaciones de los procedimientos de la ONU y otros factores han limitado severamente el alcance de la Sección J.

Además de estas limitaciones importantes que pertenecen al campo del análisis intelectual, las políticas de las negociaciones mundiales, y, los obstáculos estructurales y de procedimiento para revisar la implementación de lo que se describe anteriormente, la Sección J de la PAB también tiene problemas relacionados con contribuciones y evaluaciones ligadas a las realidades políticas y socioeconómicas de los distintos países. En América Latina, el análisis señala que las democracias débiles que rigen en la mayoría de los países de la región funcionan dentro de programas de ajuste estructural inflexibles que les son impuestos dejando a las instituciones, y entre ellas a los medios, en situación de vulnerabilidad ante los intereses económicos dominantes. Esto tiene sus consecuencias en el rol de los medios para la movilización de la sociedad civil y la promoción de la democratización y la participación política. La información de Africa considera que la Sección J tiene limitaciones en definir compromisos y acciones de los gobiernos con relación a las NTIC en la medida en que el documento mundial no anticipa el crecimiento rápido y la expansión de las NTIC y no tiene en cuenta plenamente su influencia e impacto.

Todo el análisis anterior sobre la revisión de la implementación de la Sección J de la PAB señala los complejos niveles y dimensiones que necesitan ser deconstruídos y comprendidos dentro de marcos relevantes que incluyan las realidades sociopolíticas y económicas de todos los países que configuran la comunidad mundial. Este informe es un llamado a una comprensión más profunda de las conexiones entre la globalización, la imagen de la mujeres en los medios, el acceso a la expresión y a la toma de decisiones en todos los medios de comunicación incluyendo las NTIC.

II. Los resultados de la revisión

Logros

Asia
Existe en esta región un aumento notable de las mujeres en las instituciones educativas en el campo de la comunicación masiva, y más mujeres trabajan en los medios escritos, radiales y televisivos. Este aumento del empleo de las mujeres en los medios ha dado como resultado un aumento de la cobertura de los temas que atañen a las mujeres. Mientras que la mayoría de las trabajadoras están en el nivel de reporteras, hay varias excepciones en las cuales un número interesante de mujeres han ascendido a posiciones más alta - por ejemplo, en el nivel editorial y de gerenciamiento de las agencias de publicidad - como es el caso de Indonesia, Malasia y las Filipinas. El aumento de las trabajadoras en los medios también ha dado lugar a la formación de asociaciones profesionales en las que pueden discutir las cuestiones de los medios en sus países. Por ejemplo, existen asociaciones de mujeres en los medios muy activas en países como China (la Asociación de Mujeres Periodistas de Toda China), en la República Islámica de Irán y en Corea del Sur (el Club de Mujeres Periodistas de Corea del Sur). No obstante, aunque se cubre más información sobre temas que atañen a las mujeres, continúa siendo negativa, en general, la imagen que se da de las mujeres. Esto puede ser atribuido a la ausencia de una masa crítica de mujeres en las posiciones de poder dentro de los medios y lo que es más importante, las empresas de los medios para las cuales trabajan son dominadas por las ganancias y las cuestiones que atañen a las mujeres no se consideran como posible fuente de ganancias.

Las NTIC han permitido que las mujeres se vinculen y trabajen en red entre sí más efectivamente y compartan información y recursos con más rapidez. El movimiento de mujeres en la región ha utilizado de manera creciente los medios electrónicos para defender sus derechos y construir lazos solidarios. En Asia Central el correo electrónico se ha convertido en una herramienta valiosa para el intercambio de ideas y de información entre las organizaciones como así también como una manera de combatir el aislamiento relativo de los países en esta subregión del resto del movimiento mundial. En la mayoría de los estados que pertenecieron a la Unión Soviética, los medios masivos sufren un alto grado de censura todavía e Internet se ha convertido en un medio que permite superar la censura y la represión de la información. No obstante, en Kazakhstan se aprobó recientemente una ley que amenaza el poder de la información y la comunicación en la región. La política de establecer "Un Centro Tarifario para la Facturación de las Telecomunicaciones"" permite el rastreo de todos los mensajes de correo electrónico y el uso de Internet para la censura de información "no deseada".

Otro desarrollo reciente en el uso de las NTIC para destacar el uso social de medios tradicionales como la radio. En la actualidad, ya existen modelos innovadores de uso de las NTIC para extender el alcance de las radios y la capacidad de interactuar con la audiencia y de mejorar la importancia cultural y la calidad de los programas. Los programas radiales de mujeres que hacen uso de esta convergencia de tecnologías se difunden ahora en países como Sri Lanka y Nepal.

La radio es el medio más accesible en el sur de Asia, en las islas del Pacífico, en el sudeste asiático y en la región del Mekong. Los programas de radio de mujeres pueden ser encontrados en estos países a pesar del poco apoyo que reciben de los gobiernos o de fuentes privadas. El alto grado de analfabetismo en los países del NIC (con excepción de Filipinas) también tiene que ver con que la radio sea un medio tan popular. Los resultados de una investigación realizada en 1998 sobre programas radiales muestra que la radio alcanza del 60 al 88% de la población en la región.

Los materiales impresos para mujeres también van en aumento. En China, hay 42 tipos de periódicos para mujeres y tres diarios de mujeres. Japón tiene tres diarios de mujeres de buena tirada y durante el "boom" económico de los 90., Indonesia, Malasia y Tailandia vieron un crecimiento en la circulación de revistas a de mujeres, en especial las que tenían que ver con moda y belleza.

Los grupos de mujeres en la región usan cada vez más la Internet para trabajar en red y compartir información. Además, las mujeres se están involucrando en la tarea de influir en la conformación de las herramientas técnicas al desarrollar índices de bases de datos en varios idiomas que son accesibles en la web y proveen información sobre varios temas en japonés, tagalog, coreano e inglés. En este momento la base de datos se está utilizando como un modelo para compartir recursos sobre temas contemporáneos que preocupan a las mujeres de la región, en varios idiomas. Mientras que un número cada vez mayor de mujeres está descubriendo a Internet para obtener información y para comunicarse, muchas ya están utilizando Internet para diseminar su propia información. Algunos de los organismos nacionales que han establecido sus propios sitios web y que son capaces de compartir sus conocimientos con grupos de mujeres de otros países son de Australia, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, República de Corea, Singapur y Tailandia.

América Latina
El derecho de las mujeres a la comunicación es un derecho humano inalienable que requiere de medios y fuentes de información pluralistas además de una administración transparente y democrática de las políticas de comunicación, con equidad y justicia de género. En la última década se lograron algunos avances en la relación de las mujeres y los medios de comunicación en América Latina. Es probable que el principal motivo deba encontrarse en el hecho de que en casi toda la región cobraron auge las carreras de Periodismo y Ciencias de la Comunicación en el nivel universitario, atrayendo una importante matrícula femenina, que en algunos países, como Argentina, llega el 52% del alumnado en carreras de grado, y en la región al 70% en los cursos de posgrado.

Esta mayor capacitación de las mujeres en el área de las comunicaciones facilitó su ingreso a los medios privados y estatales de comunicación, sobre todo radio y televisión, ya no sólo como presentadoras, sino también como conductoras, entrevistadoras, periodistas, columnistas y analistas de información. También aumentó su participación como productoras de programación periodística en radio y TV, como la de columnistas en los principales periódicos nacionales. Si bien todavía es notoriamente baja la participación de

las mujeres en los puestos de decisión dentro de los medios, el trabajo de un mayor número de mujeres en ellos contribuye a que la sociedad visualice a las mujeres desempeñando nuevos roles, emitiendo opinión o conduciendo entrevistas y programas, hechos que ofrecen elementos para la construcción de una imagen de la mujer, activa en la sociedad y haciendo aportes en distintos campos. En este marco, las mujeres en América Latina consideran que los avances en las NTIC son útiles al abrir nuevas posibilidades para hacer visibles las contribuciones de las mujeres a la sociedad.

El año 1995 marcó un "boom" de las posibilidades de conexión a Internet en la región. Desde entonces, se ha dado un aumento progresivo en el acceso a Internet, pero mayoritariamente para personas con un alto grado de educación y una situación económica holgada. Si bien el número de usuarias mujeres va en aumento, es mucho menor que el de los hombres. De acuerdo con el Informe de Desarrollo Humano de la PNUD para 1999, en 1998 sólo el 0,8% de la población de la región tenía acceso a Internet. De ellos, el 90% pertenecían a los sectores de ingresos más altos. En Brasil, sólo el 25 de los usuarios de Internet eran mujeres. Un estudio que se realizó en México en 1999reveló que el 33% de las usuarias eran mujeres, comparado con el 18% dos años antes. Además del uso comercial de Internet, las organizaciones de la sociedad civil comenzaron a utilizar la comunicación electrónica en la región a fines de la década del 80, y hubo un aumento significativo en el uso por parte de las organizaciones de mujeres a partir de 1994-95. Las organizaciones de mujeres han continúa con el uso creativo de estas tecnologías, en especial para coordinar actividades, intercambiar información por correo electrónico y listas, y también va en aumento la presencia de estas organizaciones en la World Wide Web.

Las mujeres consideraron que el trabajo para generar una nueva cultura auditiva y visual en favor de la democracia de género es importante para promover la igualdad de oportunidades para mujeres y varones en todas las esferas, incluyendo la toma de decisiones a nivel político económico, social, cultural y comunicacional. . El desafío apuntó a trabajar en estrategias y propuestas que resulten en un reconocimiento y una visibilización de los nuevos roles que las mujeres vienen desempeñando en la esfera privada y en la pública y de su aporte como actoras en la sociedad civil con el fin de construir una visión integral de la mujer como sujeto de comunicación y como ciudadana plena. Las oficinas de la Mujer de Colombia y de Venezuela han tenido en cuenta estos preceptos en los programas de televisión que producen regularmente. La necesidad de ejercer los derechos ciudadanos en materia de comunicación social impulsó a las mujeres chilenas a exigir un cupo en la Comisión Nacional de Televisión.

En el ámbito de los medios comunitarios, el rol que desempeñan las mujeres es importante, tanto en la conducción y planeamiento de la programación como en la toma de decisiones y dirección de la gestión en las radios y los canales de televisión. La Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC), Región América Latina, desarrolló un Programa de Mujeres dedicado a la capacitación de mujeres radialistas y a la formulación de una programación radial con perspectiva de género. Sus campañas radiales "Los derechos de las mujeres son derechos humanos" y "Una vida sin violencia es un derecho nuestro", merecieron un reconocimiento internacional y fueron retransmitidos en toda la región por miles de emisoras de baja potencia. Si bien en la mayoría de los países las radios comunitarias luchan por su legalidad, cabe destacar que una ley de Radiodifusión dictada en Colombia en 1998 permitió su legalización y el fin de las trabas y de las persecuciones.

El taller de "Mujeres Acción 2000", que se realizó en Quito, Ecuador, en preparación a la participación de comunicadoras de la región en el proceso del Beijing+5. En esta oportunidad, las participantes elaboraron el documento "Nosotras cumplimos... ¿y ustedes", donde se reconocen las metas alcanzadas por el movimiento de mujeres de la región en el cumplimiento de los acuerdos de Beijing y se cuestiona la falta de cumplimiento por parte de las empresas de comunicación y los gobiernos.

Región Europea de la ONU
Existen algunas excepciones notables a situaciones generalmente negativas, casi siempre como resultado de la tarea de defensa de los derechos de las mujeres que hacen las organizaciones de mujeres y los grupos que monitorean los medios que han desempeñado un rol activo en promover el cambio. A pesar de que una amplia variedad de iniciativas de mujeres en los medios están logrando un impacto positivo, el cambio también comenzó gracias a modelos educativos positivos. En las publicaciones escolares se viene realizando un trabajo desde la década del 70 para combatir los estereotipos en los textos e ilustraciones. Los trabajadores de los medios también han iniciado cambios en el contenido de los medios, por ejemplo en Canadá, donde los difusores se han distanciado de un programa de entretenimiento muy visto que utilizaba lenguaje sexista e imágenes sexuales violentas que involucraban a las mujeres, luego que la CBSC (Canadian Broadcasting Standard Council) estableció que, el programa era "fundamentalmente sexista".

Han habido unas pocas iniciativas gubernamentales valiosas, a pesar de que todavía son demasiado escasas. Una excepción es el estudio realizado por la Comisión Europea sobre las Imágenes de las Mujeres en los Medios. Mientras que la investigación ofrece importantes recomendaciones y propuestas que pueden ser implementadas de inmediato, pocas han sido puestas en práctica. En su Resolución (A4-0258/97), el Parlamento Europeo (sobre la base del informe del Comité sobre los Derechos de la Mujer) notó que la legislación nacional y europea para proteger a las mujeres contra imágenes degradantes en los medios es inadecuada. Por lo tanto, el comité llamó a una legislación para prohibir todas las formas de pornografía en los medios y en la publicidad. La publicidad del turismo sexual fue otro de los temas denunciados en esta Resolución.

Otras áreas donde hubo logros incluyen la difusión de las NTIC y el monitoreo del contenido de los medios de comunicación. La red nacional "Women in Trades and Technology" (WITT) con fondos de Recursos Humanos para el Desarrollo, de Canadá, lanzó el programa Mujeres en Tecnología de la Información para apoyar a las mujeres y a las jóvenes que deseen desarrollare su carrera en la tecnología de la información. Como las NTIC se dictan ahora en los institutos provinciales, la mayor parte de las provincias han desarrollado iniciativas serias durante los últimos cinco años y tres de ellas se han concentrado en las organizaciones de mujeres. "Health Canada", a través de sus cinco Centros de Excelencia para la Salud de las Mujeres", apoya páginas en la web y listas de discusión relacionadas con la salud de las mujeres. Existe un caso en el cual las NTIC han sido utilizadas para lograr una representación equitativa de las mujeres en la nueva legislatura de Nunavut. Fondos a corto término fueron asignados a Pauktuutit, la Asociación de Mujeres Inuit, para incluir el trabajo en red electrónica para extender este esfuerzo. La organización Status for Women Canada (SWC) financió una investigación en 1996 sobre las posibilidades de conexión entre los grupos de mujeres. No obstante, este informe fue quitado recientemente del sitio web de esta organización.

Modelos de intervención

La siguientes es un listado de modelos de intervención en Asia, América Latina, la región Europea de la ONU que desarrollaron ONGs, los gobiernos o esfuerzos intergubernamentales.

Asia - Las organizaciones de mujeres en los medios de la región encabezan prácticas innovadoras

  • En Japón, el Foro de la Ciudadanía para la Televisión y los Medios (FCT), un grupo voluntario de ciudadanos, trabajan para cambiar la atmósfera en los medios. El FCT celebra un foro abierto tres veces al año para discutir temas relacionados con los medios basados en sus investigaciones. Publica un boletín y conduce un monitoreo de la televisión de alcance nacional para crear conciencia sobre los medios y empoderar a los ciudadanos aumentando su compresión de los medios
  • El Centro de Medios de Comunicación de la Mujer de Camboya es la única ONG de mujeres en el país que produce videos, programas de radio y campañas en los medios sobre varios temas que conciernen a las mujeres. También conduce actividades de monitoreo de los medios y es reconocida por el gobierno camboyano como contraparte cuando se trata de mejorar la condición de las mujeres en los medios.
  • Isis Internacional-Manila, es una ONG internacional de mujeres que lidera el trabajo conjunto de ONGs de mujeres y medios de comunicación en la región. Organiza conferencias, talleres, foros y otros eventos regionales e internacionales para reunir a profesionales de los medios, activistas, y especialistas en políticas de comunicación para discutir temas de mujeres y medios. Provee de capacitación para mujeres en producción radial, trabajo en redes electrónicas, bases de datos y gerenciamiento de centros de recursos. Provee de información alternativa a las mujeres por medio de un boletín mensual, una revista, un sitio web y listas de correo electrónico. Isis actualmente lidera la posibilidad de elaborar un código de ética para los periodistas de los medios de comunicación-
  • El Intercambio de Recursos de las Mujeres Asiáticas (AWORC) es un servicio de información y una red de organizaciones claves de mujeres en Asia. Tiene como fin desarrollar enfoques y asociaciones cooperativas para explorar el uso y el aumento del acceso de las mujeres a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC) para el empoderamiento social y económico. Esta red tiene como meta facilitar la construcción de redes regionales y nacionales en el movimiento de mujeres promoviendo el compartir de recursos electrónicos y construyendo un servicio de información regional que apoye los distintos programas de defensa de los derechos de las mujeres.
  • Kali para las Mujeres, de la India, es una de las editoras feministas líderes en Asia. Uno de sus primeros libros en 1984 fue "La mujer y los medios en Asia". Desde entonces, sus libros han continuado destacando los distintos temas que afectan a las mujeres en la región, en especial en el sur de Asia. Sus libros se venden internacionalmente y muchos de ellos han sido traducidos a otros idiomas.
  • Jagori, una ONG y centro de recursos de mujeres de la India, produce cuadernos, afiches y casetes. Jagori desafió la idea de que el material escrito es la única o mejor herramienta de comunicación y experimentó con diferentes medios para llevar los mensajes del movimiento de mujeres.
América Latina: El derecho a la comunicación es parte de los derechos ciudadanos de las mujeres
  • El Programa de Mujeres de la Asociación Mundial de Radios Comunitarias, región América Latina, que impulsó la capacitación de las mujeres para su trabajo en las radios, con perspectiva de género y coordinó campañas continentales por los derechos de las mujeres y concientizando sobre la problemática de la violencia contra la mujer. Toda esta labor la realizó utilizando nuevas tecnologías de la comunicación, aplicada a la emisión radial.
  • La radio FIRE (Feminist International Radio Endevour), de Costa Rica, que es la primer radio feminista en transmitir programas por Internet, en castellano e inglés. Desarrolla también capacitación de mujeres en nuevas tecnologías de la comunicación.
  • Fempress, en Chile, que difunde artículos y programas radiales con contenido feminista a los medios masivos y en Internet. También editó el "ABC de un periodismo no sexista".
  • CLADEM (La Comisión por los Derechos de la Mujer) organizó una campaña electrónica a favor de los derechos de las mujeres.
  • La experiencia de Modemmujer , en México, una red de información sobre temas relacionados con el movimiento feminista y de mujeres en México y en América Latina, que envía sus despachos por listas electrónicas a cientos de activistas en toda la región.
  • El área de Mujeres de ALAI, en Ecuador, que asesora a coordinaciones regionales de mujeres de diversos sectores, para el diseño de políticas de comunicación, incluida la intervención en Internet, y les facilita puentes de información hacia otros movimientos sociales
  • Los monitoreos de medios de comunicación que se han realizado en diversos países del continente y que tantos datos han aportado para fortalecer la posición de las mujeres y del movimiento de mujeres con relación a los medios y la apertura de un diálogo posible sobre comunicación y género con los medios masivos. En algunos países, como Bolivia (Red Ada) y Perú (Grupo Mujer, Chiclayo) las mujeres hicieron también un estudio de imagen y de lenguaje televisivo de algunas conductoras populares en ese medio.
  • La campaña de Geledes, Instituto de la Mujer Negra, de Brasil, en protesta ante el Consejo Nacional de Autorregulación , contra el uso negativo de la imagen de la mujer negra en las telenovelas de TV Globo.
  • El premio UNIFEM a la publicidad no sexista que se otorgó en 1998 y 1999 en el Festival Iberoamericano de Publicidad (FIAP. El trabajo del jurado y la entrega del premio contó con el auspicio local del Centro de Estudios de la Mujer y la participación de WACC-América Latina.

ECE: Las mujeres lideran en temas de comunicación y mujer, incluyendo el uso de NTIC para el cambio del orden establecido

  • La oficina de Toplink se estableció en 1995 en los Países Bajos para aumentar la presencia de las mujeres en el gerenciamiento y en las agencias del gobierno. La oficina mantiene una base de datos de las mujeres que están calificadas para participar en consejos de asesoramiento para el gobierno, las organizaciones sociales y las empresas. Esta base de datos incluye a 900 mujeres y ha dado como resultado un aumento del número de mujeres que han sido nombradas en altos cargos ejecutivos. En promedio, la oficina interviene en la concreción de 40 a 50 cargos ejecutivos para mujeres por año.
  • Kilden, es un centro de información y documentación de la mujer y para la investigación de género en Noruega y comparte premisas con el Defensor de la Igualdad de Género y el Centro para la Igualdad de Género. Una de las tareas que comparte con este último grupo es el desarrollo de directorios electrónicos que son publicados por el Centro de Investigación de la Mujer.
  • La organización B.a.B.e en Croacia realizó en 1998 una campaña durante los 16 Días de Activismo contra la Violencia de Género en la que utilizó una canción y un video con mujeres "raperas" jóvenes. La canción llegó a los grandes medios y fue un gran suceso. Trataba temas difíciles para ser considerados en el mundo del entretenimiento. En 1999, decidieron usar una canción de jazz para la campaña. Al desarrollar el tema, las organizadoras preguntaron a los hombres qué imagen tenían de una mujer poderosa. Los hombres sólo podían imaginarse a una "amazonas". Como era época de elecciones, se decidió hacer un video con mujeres como presidente y ministros, mostrándolas haciendo cambios en las políticas que afectan a las mujeres.
  • "La valija de los medios" desarrollada por la Asociación Alemana de Mujeres en los Medios (sólo disponible como prototipo), tiene como fin proveer a los grupos que observan los medios con herramientas para el examen crítico y el análisis del contenido de los medios y distintas formas y maneras de hacer que se conozcan mejor los comentarios y las quejas.
  • Media Watch, de Canadá, organizó un Proyecto de Monitoreo Mundial para considerar el tema de la imagen y la posición de las mujeres en los medios. Se monitorearon más de 15 mil informaciones de televisión, radio y periódicos y participaron cientos de voluntarias en 71 países. Esta experiencia será repetida en el año 2000, y más de 85 países participarán de la misma. El monitoreo consistente y compartir los resultados puede promover la toma de conciencia sobre el tema y la necesidad de cambio. En colaboración con WACC, se repetirá este análisis en el 2000.(http://www.mediawatch.org/
  • El Lobby de Mujeres Europeas, en la Unión Europea, es el cuerpo de coordinación más grande de las organizaciones no gubernamentales de mujeres nacionales y europeas en esta región. Tiene unas 2700 organizaciones asociadas en 15 estados miembros. Esta entidad monitorea sistemáticamente la actividad legislativa en Europa y actúa cuando parece necesario. Como en la esfera de la Unión Europea continua creciendo la competencia, este Lobby de mujeres europeas busca asegurar la igualdad entre mujeres y varones como criterio mandatorio en la construcción de una Europa unida. http://www.womenlobby.org
  • El Proyecto para la Acción de las Mujeres Independientes, en los Estados Unidos, es una organización que tiene como fin buscar oportunidades para influir en medidas del gobierno y en cuestiones económicas. Junto a la E-Freedom Coalition promueve el acceso a Internet a bajo costo y el crecimiento continuo del ciberespacio. http://www.iwap.org
  • En Francia, Les Penelopes han desarrollado un programa de televisión interactivo que se llama "Cyberfemnnes" , con el acompañamiento de discusiones en línea y y textos con antecedentes para elaborar sobre el contexto.http://www.penelope.org/
  • El Centro Tribuna Internacional de la Mujer (CTIM), con sede en Nueva York, ha enfatizado desde su creación la importancia de poner a disposición información relevante y necesaria, a través de traducciones, boletines fáciles de armar, afiches, folletos, carteleras, diarios murales, dramatizaciones, teatro popular, grupos de discusión, sin olvidar el uso del fax y el correo electrónico.(iwtc@igc.org)
  • El Servicio Internacional de Información sobre la Mujer realiza programas de noticias por Internet que incluyen programas archivados para emitir en su sitio web . También se involucra en el intercambio de programas radiales. wings@wings.org http://wwww.amazoncityradio.com

Las mujeres árabes en busca de cambios

  • En nivel nacional, la Unión de Mujeres Sirias supervisa en la actualidad la producción de programas de radio y televisión sobre la familia, además de producir la revista "Mujeres árabes". La unión de Mujeres también supervisa la tarea del Club de Cine y trabaja para descubrir talentos actorales femeninos. En Yemen, las mujeres han alcanzado la posición Secretaria General del Ministerio de Información. Además, el porcentaje de mujeres que trabajan en el Ministerio de Información es del 15.9% comparado con el 10% de mujeres que trabajan en la Televisión de Yemen.
  • En Palestina, se han producido programas especiales de radio y televisión que tienen como fin eliminar la imagen estereotipada de la mujer en la sociedad. La Unión General de Mujeres Palestinas en colaboración con otras ONGs están utilizando todos los medios para atacar los estereotipos: películas, estudios, periódicos y programas de radio y de televisión. El Ministerio de Información en la actualidad tiene en proceso la creación de una base de datos de uso sencillo con todos los aspectos que conciernen a las mujeres palestinas que son utilizados cuando se formulan estrategias, políticas y planes de acción para eliminar las imágenes estereotipadas de las mujeres en los medios. El Departamento de Planificación sobre Género y Desarrollo, en cooperación con otras agencias gubernamentales y no gubernamentales conduce talleres de capacitación sobre temas de género, información y comunicaciones.
  • En Kuwait, el estado ha garantizado el acceso equitativo de las mujeres a posiciones de alto nivel en los medios. Las mujeres kuwaitíes ocupan puestos directivos en varios departamentos de los medios que son propiedad del gobierno, además del cargo asistente del secretario general en el Ministerio de Información.
  • En los Emiratos Arabes Unidos y en Bahrain la presencia de las mujeres en los medios masivos es fuerte, en términos de los cargos de decisión que ocupan, las discusiones en las cuales se involucran y los temas que los medios tratan en ambos países.
  • El Comité Nacional de Mujeres de Egipto adoptó varios objetivos con el fin de mejorar el modo en que los temas sobre la mujer son tratados en los medios y de eliminar los estereotipos que afectan negativamente a las mujeres egipcias. Esto se realiza proyectando imágenes positivas de las mujeres, como imágenes de mujeres egipcias exitosas.
  • En Jordania, el plan de acción nacional de las mujeres jordanas enfatiza la importancia de desarrollar programas en los medios que incorporen la perspectiva de género y alentar la participación de las mujeres en la formulación de estudios, planes y políticas relacionadas con los medios. Por ejemplo, una mujer jordana fue nombrada recientemente como directora de la entidades de la radio oficial. Una ONG produjo un programa radial titulado "Mujeres en el camino del altruísmo". Otra organización, el Instituto Sisterhood implementó un proyecto para compartir información que conecta a las mujeres en el sur con otras mujeres del país y del mundo, utilizando nuevas tecnologías de la información y la comunicación para facilitar las discusiones, el compartir de experiencias y el trabajo en red entre las mujeres jordanas.
  • En Iraq, se han establecido criterios claros para formular toda la información que atañe a cuestiones que interesan a las mujeres y que contribuyen a la formación de opinión pública. Las ONGs de mujeres iraquíes también han desarrollado varios manuales y programas de capacitación sobre la mujer en los medios. La Federación de Mujeres de Iraq apoya el desarrollo de un departamento técnico en la radio y la televisión para capacitar a este departamento en la producción de materiales impresos y audiovisuales sobre las mujeres rurales y urbanas del país.
  • Se creó en 1999 una red de periodistas árabes preocupadas con el desarrollo de temas relacionados con el seguimiento de la Conferencia Mundial sobre Población y Desarrollo y la revisión del Beijing+5. Su objetivo es facilitar la comunicación y la colaboración entre periodistas y aumentar sus habilidades en esta área. La red tiene sede en Damasco y está integrada por 30 periodistas.
Las desigualdades

Asia
Las últimas décadas del siglo XX estuvieron marcadas por el traspaso a una economía mundial de la información caracterizada por el dominio de los grandes medios y de las corporaciones transnacionales que son capaces de dictar la producción de información en el plano mundial. Las NTIC han desempeñado un rol crucial en esta tendencia mundial. Este tipo de propiedad y de control de los medios ha dado como resultado un acceso altamente desigual a los medios por parte de la mayoría de la población mundial. Esta desigualdad contribuye a que se aumente la brecha entre los que tienen acceso a abundantes fuentes de información y aquellos que no tienen esta ventaja. La pobreza, la clase social y el analfabetismo continúan impidiendo que la mayoría de las mujeres no tenga acceso no sólo a las NTIC sino también a todo tipo de información y comunicación. Es este sector marginado el que no tiene acceso a configurar la información, proyectarla y conocer los temas que les incumben. ESCAP hace notar que las mujeres continúa siendo la mayoría de los pobres, siendo que la vasta mayoría vive en áreas rurales donde las condiciones para escapar esta pobreza abyecta rara vez se dan.

La globalización está actuando para transformar la naturaleza y la estructura de los medios de un servicio público a un emprendimiento empresario transnacional. El proceso de globalización también facilita la concentración de la propiedad de los medios y el control de los mismos en pocas manos, limitando aún más las posibilidades de influir sobre los medios de muchos sectores de la sociedad, incluyendo las mujeres. Faltan esfuerzos coordinados para mejorar y cambiar la situación de las mujeres dentro de los medios y en la industria de la información y la comunicación. El acoso sexual en las empresas de los medios es bien conocido. Esto lleva a una negación de los derechos humanos de las mujeres y se transforma en un impedimento para la participación plena de las mujeres en la industria de los medios. Las mujeres continúan experimentando la existencia de barreras para acceder a las NTIC así como para participar en el desarrollo de tecnologías y de políticas de comunicación. El idioma continúa siendo uno de los principales obstáculos para acceder a Internet en la medida en que el inglés es el que domina en la web. Para otras mujeres, la falta de oportunidades de capacitación, los altos costos de las computadoras y de los programas de computación y, en algunos lugares, el alto costo de conexión así como la ausencia o la falta de una infraestructura básica que apoye esta tecnología margina aún más a las mujeres y les impide unirse a los grupos conectados a estas NTIC. Internet ha sido utilizada como otro lugar donde ejercer la explotación, la comercialización y el tráfico de mujeres.

Mientras que se reconoce un aumento notable de la presencia de las mujeres en los medios, en especial en la radio y la televisión, las mujeres continúan teniendo una participación y accesos limitados a la toma de decisiones en la industria de lasa comunicaciones y en los entes de gobierno que influyen en las políticas de comunicación. Debido a esto, se nota que a pesar del aumento de la presencia de lasa mujeres en los medios, ellas todavía no están en condiciones de formular los contenidos de los programas ni de asegurar que se cubran los temas y preocupaciones que más les conciernen. Las representaciones negativas y estereotipadas de las mujeres en los medios continúan mientras que la diversidad cultural y las realidades variantes de la vida de las mujeres permanecen ausentes. Las mujeres que pertenecen a sectores marginados de la sociedad están más ausentes todavía en la medida en que su etnia, raza, clase social, religión u orientación sexual están mínimamente representadas o no representadas en absoluto en amplios sectores de los medios de comunicación. Los códigos de conducta de los medios en los niveles nacionales no han sido efectivos en asegurar imágenes positivas de las mujeres en los medios. Muchas mujeres que trabajan en los medios todavía son asignadas para cubrir temas "suaves", como cultura, arte y vida cotidiana, mientras que los hombres son enviados a cubrir temas "más importantes", como política y economía.

América Latina
Las diferencias geo-económicas locales y globales, las brechas estructurales entre los géneros, la discriminación étnica y los cruces posibles entre estos y otros elementos contribuyen a que, a inicios del siglo XXI, continúe siendo notorio el débil posicionamiento de las mujeres en el ámbito de las tecnologías estratégicas y en las esferas de poder y de toma de decisiones La globalización de las comunicaciones ha significado, entre otras cuestiones, la entrada a la región de decenas de canales de cable que emiten su programación desde fuera de América Latina y el Caribe, la concentración de los medios en muchos países que han dado como resultado la creación de enormes empresas multimedia dueñas de periódicos, cadenas de radio y de televisión. Esta tendencia ha sido contraproducente para la democratización de las comunicaciones y para el logro de una representación equitativa de los distintos actores sociales, las mujeres en particular. Las democracias limitadas o débiles que gobiernan en la mayoría de los países, acosadas por los planes de ajuste estructural impuestos por la banca mundial, las hace vulnerables a las presiones de los grandes intereses económicos, entre ellos los de los medios masivos. Con la excusa de la desregulación económica y el libre mercado, se han dejado de lado principios éticos y de equidad, y la comunicación y la información han dejado de ser un derecho de la población para convertirse en mercancías, mientras que los medios ya guardan pocos vínculos con el concepto de servicio público que primó en su gestación.

El monitoreo de medios de comunicación muestra que en Sudamérica, el 23,6% de las mujeres que aparecen en los medios como protagonistas de una noticia lo hacen en calidad de víctimas, contra el 9,3% de los varones. En Centroamérica y el Caribe, una de cada cinco mujeres (19,1%) que son noticia lo hicieron por su situación de víctimas. Algunas experiencias de monitoreo de los medios posteriores a la adopción de las recomendaciones de la Plataforma de Beijing ratifican la situación ya descripta. En el mes de octubre de 1997, Cotidiano Mujer, una ONG del Uruguay, monitoreo 9000 páginas de diarios, 95,32 horas de televisión en los informativos centrales de los cuatro canales de aire y 400 horas de radio, cubriendo 4 programas periodísticos en las 3 emisoras de mayor audiencia del país. Sólo el 8% de las noticias publicadas en los diarios hicieron referencia a las mujeres y temas como derechos humanos o sexualidad no estuvieran presentes En los programas periodísticos televisivos, fue entrevistada una mujer por cada 7 hombres y por cada hora que habló una periodista mujer fueron casi cuatro las que ocuparon al aire los periodistas hombres. En radio, de los casi 7000 minutos analizados de programación en una de las emisoras, sólo 301 se dedicaron a temas de mujer. Mientras se dedicaron 2384 minutos a entrevistar a hombres, las mujeres pudieron ser escuchadas durante 449 minutos.

En Bolivia, la Red de Trabajadoras de la Información y Comunicación - Red ADA realizó una experiencia similar durante una semana en julio de 1998 en la que se monitorearon los 5 diarios más importantes del país, publicados en las principales ciudades. En ese período, la participación de las mujeres en la noticia fue del 18,49%. La mayor cantidad de mujeres aparecieron en las páginas sobre notas sociales (20,3%), mientras que en educación la incidencia de las mujeres fue del 6,25% y en salud y justicia, del 2,34%.

Los datos reflejados en estos estudios demuestran que la cuestión de la presencia de las mujeres en los medios de comunicación y en las noticias no pasa por insistir en que las mujeres continúen capacitándose como periodistas o comunicadoras sociales ni en que se trabaje la información con perspectiva de género, sino que dependen de políticas públicas y de la formulación de códigos de ética en los medios de comunicación que promuevan con acciones afirmativas una mayor participación de las mujeres como gestoras y fuente de información, respetando su derecho a la comunicación y ofreciendo oportunidades para el ejercicio de este derecho en los medios masivos, tanto públicos como privados.

Región Europea de la ONU
Los cambios regionales y nacionales, como los que se informan en Albania, Austria, Polonia, Rumania , la República Eslovaca y el Reino Unido, han dado como resultado la interrupción y/o un reordenamiento de los mecanismos institucionales nacionales. Esto tiene efectos adversos en todos los aspectos del trabajo de las mujeres por sus derechos, en particular los esfuerzos por concentrase en los complicados temas políticos como los que se incluyen en la Sección J.

En noviembre de 1997 colapsaron las actividades por la igualdad de género en Polonia debido a que las elecciones parlamentarias dieron como resultado la elección de un gobierno más conservador. La Oficina de la Mujer fue suplantada por una Oficina de la Familia. Desde el comienzo este nuevo mecanismo ha recibido la influencia de una perspectiva religiosa conservadora, que se ha manifestado imponiendo una política de cese de la mayor parte de las actividades orientadas hacia la mujer. El gobierno actual prioriza los temas de familia que, de acuerdo con los nuevos gobernantes, abarcan adecuadamente todos los temas que incumben a las mujeres.

En Austria, las organizaciones y proyectos de mujeres se enfrentan con la posibilidad de no recibir suficientes fondos del estado como resultado de la controvertida decisión del nuevo gobierno de abolir el Ministerio para los Asuntos de la Mujer. Los temas de la mujer han sido llevados a un departamento menor dentro de la estructura del Ministerio Social. Además, el presupuesto alcanzará sólo al 40% de lo obtenido el año pasado.

Durante estos últimos años, la Comisión Europea también experimentó una turbulencia dramática, que culminó con la renuncia forzada de todos los comisionados de alto nivel. Antes e inmediatamente después a estos hechos, los pocos fondos que había para grupos de mujeres se vieron amenazados cuando se examinaban todos los proyectos.

Varios países informaron que se precisa una mayor capacitación de periodistas y otreos trabajadores de los medios. No obstante, existen algunos esfuerzos notables en esta área, y en muchos casos los gobiernos no han implementado ni siquiera las recomendaciones de la PAB nás sencillas de concretar. En Alemania, por ejemplo, las ONGs notaron que el gobierno n o ha mencionado a "Women Oeckl", una lista disponible de mujeres expertas en los medios que ha sido solicitada reiteradas veces en distintas discusiones mucho antes de la Cuarta Conferencia Mundial de la Mujer. Este es en verdad un compromiso adoptado en la Sección J (párrafo 241) que pocos gobiernos de la región , si es que hay alguno, han implementado o apoyado. En Alemania también, grupos de mujeres han aprendido que a pesar de que la legislación y las políticas están bien y existe un aparato de monitoreo, les falta capacidad para diseminar las herramientas a los propios grupos que estarían dispuestos a realizar esta tarea de observación de los medios de manera voluntaria. Su "valija para los medios", desarrollada por la Asociación de Mujeres Periodistas, sólo está disponible como prototipo porque ha esperado en vano durante dos años la posibilidad de ser copiada y distribuida. Esta "valija" tiene como objetivo proveer de las herramientas necesarias a los grupos para el monitoreo de los medios. Incluye no sólo la información necesaria para llevar a cabo un examen crítico y el análisis del contenido de los medios sino que también provee de información crucial, incluyendo la manera y la forma de presentar las quejas y de lograr que los resultados lleguen al conocimiento público

Muy poco ha cambiando en la imagen de la mujer que difunden los medios desde 1995, ya sea en la publicidad o en la información. Imágenes negativas, estereotipadas, inexactas y violentas de la mujer son las que más se difunden. Algunos grupos de mujeres son simplemente invisibles, como los que pertenecen a las minorías de la población. Todavía se describe a las mujeres más por apariencia que por sus capacidades. Más aún, el aumento de la comercialización en todos los medios ha intensificado la visibilidad de imágenes negativas, desde los afiches callejeros hasta la televisión y los periódicos. Los nuevos medios perpetúan y acentúan mucho de lo que resulta negativo en la imagen de la mujer, como los juegos de computación, Internet y los videos musicales. La convergencia de los medios y la convergencia paralela de Internet con los medios están intensificando estas prácticas negativas a niveles preocupantes. Una tendencia nueva en el Reino Unido que está causando preocupación es el aumento en la violencia sexual perpetrada por jóvenes menores de 18 años. Los factores que influyen en esto es que se observa una declinación de los logros de los varones en la escuela, comparado con las mujeres, y la presencia de la violencia en los medios, en Internet y en los juegos de computación.

Los medios checos han logrado mantener perspectivas tradicionales y patriarcales, que se expresan explícitamente a través de la publicidad. Estas imágenes rompen en muchos casos los límites del buen gusto y de la ética. En Croacia, donde los medios no tienen políticas editoriales con sensibilidad de género o incluso sostienen políticas contra las mujeres, la imagen de la mujer que se difunde es sexista y existe poca conciencia de la necesidad de lograr la igualdad de género. En verdad, la televisión estatal de Croacia tiene muy pocos programas educativos, políticos o sociales que se refieran a los problemas y a la condición de la mujer. La radio es considerada independiente y provee regularmente ejemplos de intimidación sexista contra las mujeres y de estereotipos sexistas. No existe un periodismo que se sienta socialmente responsable ni que tenga sensibilidad de género como para llevar temas sobre la condición de la mujer a los periódicos. Desafortunadamente, estos reflejan la baja estima existente por los derechos humanos de las mujeres. Las tendencias a entrar rápidamente en las políticas de mercado han alentado la producción de pornografía y en algunas publicaciones privadas muy comercializadas, la pornografía "suave" se ha convertido en el fundamento de su estrategia de comercialización. Existen nuevas revistas de mujeres que pertenecen a otros grupos de medios que difieren en sus contenidos, pero no de manera sustantiva. Sus contenidos tienden a ofrecer una mezcla de moda, chismerío y valores nacionalistas y contra las mujeres, y difunden una imagen de la mujer como compañía de hombres importantes o como vampiresas u objetos que participan en el negocio del entretenimiento. Otras revistas de mujeres más tradicionales centran su atención en la maternidad, la moda, la familia, el entretenimiento, el turismo y aconsejan sobre cocina, cuidado de la salud y belleza. Estas revistas favorecen a veces los derechos de la mujer y están por el derecho a decidir, pero fuera de una de ellas, Zaposlena (Mujeres Trabajadoras), ubican los temas de las mujeres fuera de la realidad social y política del país y siempre se distancian del feminismo o lo denuncian como si fuera una tendencia política barata. >

Existe obviamente gran entusiasmo por las posibilidades que las NTIC ofrecen a las mujeres en todas partes de la región. Pero también debe señalarse que se trata de una espada de doble filo: muchas veces son propiedad de corporaciones que están fuera del control de las mujeres. Continúa existiendo una profunda exclusión de las que no tienen acceso a las NTIC y la "división digital" ha pasado de ser un tema de conversación teórico para convertirse en una realidad a la que se han dedicado pocos programas para reducir la brecha existente. información, respetando su derecho a la comunicación y ofreciendo oportunidades para el ejercicio de este derecho en los medios masivos, tanto públicos como privados. Los cambios continúan y resultan demasiado rápidos para los escasos recursos con los que cuentan las mujeres para alcanzar la inmensa tarea de conocer a fondo sus implicancias y responder con inteligencia y buenas propuestas de políticas de género. Algunas de las políticas en marcha actualmente no respetan el balance de género y en realidad representan un ensanchamiento de las brechas señaladas (ver las leyes sobre Privacidad Digital dictadas en los EEUU, las de comercio electrónico y las propuestas de seguridad interna del Reino Unido, y las propuestas de la OECD que han influido recientemente en las directivas de la Comisión Europea). Existe preocupación por las tendencias actuales con relación a las NTIC y la concentración de los medios (como la unión entre AOL/Time Warner), que es vista como una amenaza potencial contra la libertad de expresión de las mujeres, su privacidad y su derecho a fuentes de información plurales.

Una de las limitaciones estructurales importantes en el contexto de las iniciativas de mujeres centradas en las NTIC a partir de Beijing ha sido la falta de financiamiento en algunas partes de la región, en especial en los países que se consideran "desarrollados". El financiamiento gubernamental para que las ONGs de mujeres accedan, desarrollen y utilicen las NTIC continúa siendo escaso e intermitente. Irónicamente, son los países consideramos "ricos" los más afectados - en especial, los países de Europa occidental, mientras que existen fuentes de financiamiento bastante desarrolladas en los Estados Unidos y, en menor medida, en Canadá y en los países del norte de Europa. No obstante, existen fondos disponibles para llevar adelante proyectos en la subregión CEE/CIS. Esto debe verse en el contexto de una oportunidad para las regiones menos desarrolladas del mundo y cualquier logro futuro de esta índole no podrá hacerse a costo de otros. El problema es que hay pocos, sino ningún método sustentable de generar ingresos para permitir que las iniciativas de NTIC de las mujeres funcionen con un mínimo de fondos externos. Este problema también se repite en los países menos desarrollados del mundo. Como resultado de esta realidad, falta continuidad en la planificación y programación en materia de NTIC por parte de las organizaciones de mujeres.

A nivel de crear conciencia y sensibilizar, el Parlamento Europeo ha fracasado en ganar su pedido de proclamar el "Año europeo contra la violencia". Los recursos que esta proclamación hubieran generado seguramente habrían facilitado el acceso a los medios y a la ciudadanía. Las ONGs del Reino Unido hacen notar que existen pocas campañas para promover entre los jóvenes el pensamiento crítico sobre los contenidos de los medios masivos. Sostienen que quizá hoy haya menos conciencia pública sobre el poder dañino de los estereotipos de género que antes de Beijing.

Con relación al monitoreo del contenido de los medios, muchos planes de acción nacionales fracasaron en indicar estrategias y acciones claras con relación a la Sección J. En Ucrania, sólo se implementó parcialmente y no se explicitaron los indicadores para el monitoreo. En muchos países de la región ECE, ha existido una política establecida por los gobiernos de no interferir directamente en sus medios en materia legal, sino dejar todo en manos de una combinación de licencias para los medios, códigos voluntarios de conductas, comisiones nacionales para presentar quejas, etc. Existen vacíos considerables en este nivel. Las ONGs de Ucrania señalan que es imposible monitorear el control de la publicidad agresiva en los medios porque la prensa debería ser monitoreada regularmente y multada retrospectivamente, pero no existe un mecanismo nacional con la autoridad y los recursos como para realizar esta tarea. Otro vacío es el señalado por las ONGs del Reino Unido donde la Comisión para las Quejas contra la Prensa tiene un "Código de Prácticas" que no contiene ninguna claúsula específica relacionada con los estereotipos de género o de la mujer. Puede parecer obvio, pero el monitoreo es inútil si, en primer lugar, no hay maneras de frenar los abusos que se perpetran.

IV Obstáculos

A pesar de que existen diferencias regionales en el tipo de obstáculos encontrados para implementar la Sección J, muchos de ellos son impedimentos que se presentan por igual en las distintas regiones, incluyendo los que están basados en la prejuicio de género y en la discriminación. A continuación presentamos una lista de ellos.

  • Sociedades patriarcales: uno de los mayores obstáculos para el acceso, la participación y el control de los medios por parte de las mujeres es la naturaleza patriarcal de las sociedades donde los hombres continúan viendo a las mujeres como sus subordinadas. Las actitudes patriarcales de los gobiernos y de los medios son predominantemente masculinas y tienden a ver a las mujeres en la sociedad como si se tratara de una masa sin diferenciaciones, Los prejuicios de género y las discriminaciones basadas en el género resultan, por lo tanto, en actitudes estereotipadas, acoso sexual, desigualdad salarial, trato discriminatoria para la asignación de tareas y las promociones y jerarquía tradicional de género, incluyendo las responsabilidades familiares, falta de mecanismos de apoyo para las mujeres que trabajan y bajo nivel educativo que impiden que las mujeres encuentren empleo en los medios o asuman puestos directivos.
  • Propiedad de los medios: El derechos de los ciudadanos a fuentes de información pluralistas y a medios de expresión para sus puntos de vista se ve amenazado por el poder que ejercen unas pocas empresas de comunicación transnacionales que controlan distintos medios en todo el mundo. Temas como la propiedad monopólica de los medios, el control en los medios a cargo de varones y los intereses de las corporaciones que todo lo atraviesan influyen negativamente en los contenidos y las políticas de los medios. Ha aumentado la preocupación por los niveles alcanzados por la concentración en la industria de los medios que con la convergencia de las NTIC combinadas con los medios tradicionales, resultan en un control sobre los medios en muchos países. Más aún, la globalización y los monopolios en los medios están borrando los límites de la confiabilidad en la medida en que los conglomerados subregionales, regionales e internacionales compran y negocian las frecuencias nacionales, la prensa, los programas de televisión, la televisión por cable y las películas con muy poca o nula rendición de cuentas ante los gobiernos y la sociedad civil. La posibilidad de que los ciudadanos influyan en las políticas y contenidos de los grandes medios se complica cuando los centros de decisión están cada vez más distintas y se guían por las ganancias más que por consideraciones sociales.
  • Falta de perspectiva de género y prejuicios de género: Pocas escuelas de periodismo han incorporado las temáticas de género en sus planes de estudio. Los periodistas que intentan introducir una perspectiva de género en sus trabajos encuentran muchas veces la resistencia o son tomados por ridículos por sus colegas o jefes. Las mujeres comunicadoras señalan que la discriminación y el acoso sexual están entre los principales obstáculos a su progreso profesional. También es extremadamente difícil abrir un debate público sobre temas como comunicación y democracia, códigos de ética o responsabilidad social de los medios, cuando los directivos y aún algunos periodistas se niegan a reconocer su responsabilidad, y muy pocos están dispuestos a tratar estos temas públicamente. La proyección contínua de imágenes degradantes de la mujer, de los estereotipos de género y de programación violenta o pornográfica tienen un impacto negativo e inhiben la plena participación de las mujeres en la sociedad.
  • Falta de acceso de las mujeres y limitaciones en los medios: Como las temáticas de género no son vistas como importantes o factibles de producir ingresos, muchas mujeres encuentran dificultades para entrar en los medios de comunicación. Continúan siendo limitadas las oportunidades que tienen las mujeres de obtener empleo y acceso a puestos directivos en la industria de los medios. No hay suficientes mujeres en los medios que hayan logrado posiciones ejecutivas en la programación, debido a que estas oportunidades no están abiertas a las mujeres como algo normal. Aun las pocas mujeres que ejercen algún tipo de control en los medios operan dentro de un sistema patriarcal de gerenciamiento y se les pide que den prioridad a los intereses comerciales de la empresa. Si bien sería ingenuo considerar que los márgenes de ganancia no son importantes, la situación actual de los medios parece estar regida sólo por la comercialización, el consumismo y el mercantilismo.
  • Falta de acceso de las mujeres a las NTIC y prejuicios de género en el desarrollo de las NTIC: La falta de acceso de las mujeres a infraestructura básica como la electricidad y las líneas telefónicas hace que el acceso amplio a las NTIC sea una posibilidad muy distante, complicada aún más por factores como el analfabetismo y las restricciones económicas. Aún en los centros urbanos, el principal obstáculo para acceder y utilizar las NTIC son los costos de los equipos y de los servicios, la falta de capacitación y el idioma (por el dominio del inglés en Internet). Ha habido poco compromiso tanto de las instituciones públicas como privadas para referirse a la situación de las mujeres y las NTIC. Es sabido en todas partes que el desarrollo de nuevas tecnologías no toma en cuenta las prácticas ni las necesidades de las mujeres. La mayor parte de la industria de la computación se desarrolla pensando en el joven adolescente o en el varón adulto que juegan con su computadora y desean programas cada vez más grandes, pesados y rápidos. Esto hace que los precios de las computadoras estén fuera del alcance de muchas mujeres, reforzando así la idea de que la tecnología de la computación no es para ellas.
  • Falta de una participación plena de las mujeres en los procesos de comunicación: La participación de las mujeres en los procesos de comunicación está relacionada en gran medida con su posición económica, su ubicación geográfica y su identidad étnica. Las mujeres que sufren de exclusión económica, racial o de otro tipo por lo general también están excluidas de los medios de comunicación. Los entes regulatorios nacionales e internacionales se conciben, por lo general, como cuerpos técnicos que en muchos casos no brindan espacio para que los ciudadanos participen ni expresen su opinión. Aun en los lugares donde existen espacios así, las organizaciones de mujeres no los conocen. En otro nivel, algunas áreas importantes del periodismo son consideradas todavía como de dominio masculino y los prejuicios de género y la discriminación dentro del sistema impiden que las mujeres que trabajan en los medios participen plenamente en la conformación del contenido de los mismos. Otro punto que debe tenerse en cuenta es el relativo aislamiento de las mujeres que trabajan en los medios. Muchas lo hacen dentro de estructuras patriarcales y no siempre tienen vinculación con los movimientos de mujeres en sus países. Y si lo tienen, corren el riesgo de ser marginadas dentro de su empresa.
  • Falta de políticas de comunicación efectivas: Las políticas de comunicación contra las imágenes sexistas y estereotipadas de las mujeres continúa siendo una gran faltante. Los códigos y lineamientos que existen en los medios se preocupan principalmente con la exposición del cuerpo humano "lasciva", "obscena" e "indecente", las relaciones sexuales "inmorales", el material sexual "provocativo" y la pornografía.. Las políticas sobre este tema que rigen en la actualidad están enmarcadas alrededor de cuestiones de moralidad, en lugar de reconocer la violencia sexual contra las mujeres como una violación a sus derechos humanos. Han existido algunos esfuerzos por establecer o mantener mecanismos autoregulatorios del contenido de los medios. Los gobiernos en general no quieren tener mayor responsabilidad en la regulación de la industria de los medios en materia de estereotipos de género. Se deja la acción en manos de medidas voluntarias que toman los directivos de los medios o de mecanismos de protesta insuficientes, sin capacidad de monitoreo y con un marco legal que no tiene en cuenta las políticas de género. En muchos países no existen prácticas de monitoreo ni requisitos por parte de los gobiernos que deban ser cumplidos por los medios. Ocurre que cuando existen normas, éstas están lejos de cumplirse. Demasiadas veces se deja esta tarea en el ciudadano individual quien debe hacer las observaciones, desafiar y litigar.
  • Falta de sanciones efectivas a los que violan las regulaciones: A pesar del pedido de crear códigos de conducta internacionales con un mínimo de requisitos para que rijan a nivel mundial, todavía no existen sanciones para los que violan los derechos humanos de las mujeres en los medios.
  • Desafíos al sistema: En muchos países las medidas que se acordaron en el marco de la Sección J no son fáciles de implementar y muchas veces requieren de transformaciones radicales en el sistema existente. Por ejemplo, conceptos tales como el aumento de la participación o contribución de las mujeres puede ser muchas veces interpretado erróneamente por el público como el deseo de las mujeres por dominar o controlar. Los pedidos de las mujeres por una participación mayor y por lograr una imagen positiva son trivializados en los procesos de consulta de los gobiernos y durante la formulación de las políticas.
  • Amenazas a los trabajadores de los medios: En varios países ha habido amenazas contra las estaciones de radio y televisión comunitarias. En algunos casos, como Paraguay y Uruguay, sus responsables fueron amenazados con encarcelamiento, como si hubieran cometido un crimen grave.

V. Políticas de comunicación

Mientras que en muchos países existen políticas de comunicación que tienen que ver con la imagen de la mujer, existen menos políticas de comunicación que abarquen todos los aspectos de la discriminación y los prejuicios de género. Corea del Sur y China cuentan con una legislación que pretende ser abarcativa. El Acta sobre el Desarrollo de las Mujeres en Corea del Sur de 1995 promueve la igualdad de género y provee de una base legal para rectificar la discriminación de género en el empleo y en otras áreas. Esta Acta tiene en cuenta un aumento de la presencia de las mujeres en varios comités de supervisión de la radio y teledifusión que llegará al 30% de sus miembros en el 2005. También contempla la creación de una regulación objetiva que evalúe los estereotipos de género en los medios masivos y la expansión en la producción y distribución de publicidad pública que tenga que ver con temas de la mujer. No obstante, los grupos de mujeres involucrados en el monitoreo notan que poner en vigencia estas leyes y políticas resulta problemático debido a la falta de voluntad política de los estratos gubernamentales involucrados y de las empresas privadas.

China tiene políticas, leyes y regulaciones que contemplan la cuestión de la imagen de las mujeres en los medios. Cuenta con varias leyes contra la pornografía que prohiben, penan y castigan la producción, importación, exportación, venta, y diseminación de estos materiales. También existe la Protección de los Derechos e Intereses de las Mujeres que prohibe la discriminación, el maltrato y las injurias contra las mujeres. El Programa de Desarrollo para las Mujeres Chinas (1995-2000) establece lineamientos generales para la representación de las mujeres en los medios. El cumplimiento de estos lineamientos está bajo el control del Consejo de Estado para la Administración de la Prensa y las Publicaciones que supervisa el cumplimiento.

En Malasia existe un código sobre publicidad. En la Sección 5 de este código sobre el Rol de la Mujer, el Código sobre la Publicidad en Radio y Televisión establece que los hombres y las mujeres deben ser representados en su participación, contribución a la vida de la familia, la economía uy el desarrollo social del país. El Ministro de Interior, el Ministro de Comercio y Consumo y el Ministro de Salud monitorean el cumplimiento de este código.

India cuenta con un Acta sobre la Prohibición de Imágenes Indecentes de la Mujer cuyo principal fin es el de monitorear la imagen de la mujer en la prensa escrita. Se multa a los que violan la ley por primera vez y se establecen seis años de presión más multa si se reincide por segunda vez.

En muchos países de Asia, las asociaciones de periodistas tienen sus propios códigos o cánones de ética, pero estos no tienen necesariamente lineamientos sobre cuestiones de la mujer, sino que son más bien generales. Las asociaciones de periodistas en Camboya, Indonesia, Filipinas y Corea del Sur tienen sus propios códigos de ética cuyo cumplimiento es supervisado por los comités de ética de las propias asociaciones. Las asociaciones de encargados de publicaciones y de editores también tienen sus propios cánones de periodismo en Japón, Indonesia y las Filipinas. Existen códigos separados para los difusores de radio y televisión en Japón, Filipinas y otros países. Los publicistas tienen sus guías éticas en Indonesia, Japón y Malasia.

En algunos países de América Latina, la Oficina del Defensor del Pueblo (Ombudsman) es el único cuerpo que interviene cuando los ciudadanos denuncian casos de sexismo en los medios. En Argentina, la Oficina del Defensor del Pueblo en la Ciudad de Buenos Aires intervino en tres casos importantes que tenían que ver con pornografía infantil, la apología de la violencia contra la mujer en una canción de salsa muy popular y la publicidad sexista. En todos los casos, la Defensora aplicó los principios de la Convención para la Eliminación de Toda Discriminación contra la Mujer (CEDAW) que en Argentina tiene vigencia de ley nacional. Mientras que en la mayoría de los países de la región, la radio y televisión comunitarias luchan por su legalidad, es importante destacar que en Colombia una nueva ley de radiodifusión aprobada en 1998 legalizó los medios comunitarios.

En la región Europa de la ONU, las políticas de comunicación y género de Canadá consisten en una autoregulación consensuada que opera en un marco de cooperación entre el gobierno, la industria de los medios y las ONGs. Requiere que la programación sea de "alto nivel" y complementa la Declaración de Derechos y Libertades del Canadá. En el Reino Unido existen un número de mecanismos regulatorios que fueron establecidos de manera independiente al gobierno y se enmarcan en las Actas de Radiodifusión y Teledifusión de los años 1990 y 1996, algunos de cuyos conceptos han sido reforzados recientemente. La Comisión de Lineamientos para la Radiodifusión y la Teledifusión es la única organización que cubre toda la programación y cuenta con un Código de Lineamientos que hace una referencia breve a la cuestión de los estereotipos de género. Otros mecanismos están incluidos en la tarea del Comité sobre Publicidad, que supervisa tanto la publicidad que se difunde por radio y televisión como el resto. Un ente importante para los periódicos es la Comisión de Quejas contra la Prensa, una organización independiente establecida para "asegurar que los periódicos y revistas británicos cumplan con el Código de Prácticas, que fue elaborado por editores de los diarios y revistas y adoptado por la industria". La comisión recibe las quejas sobre posibles violaciones al código y brinda lineamientos generales a los editores sobre cuestiones éticas.

VI. Temas emergentes

  • La privatización y la fusión de empresas de comunicación: La fusión de tecnologías de la comunicación y de sus dueños, en especial en el contexto de la globalización, está cambiando la naturaleza y la estructura de la industria de los medios. Los medios se han convertido en un negocio transnacional atado a los acuerdos y entidades internacionales (OMC , GATT) cuyo principal propósito es la generación de ganancias y no la de proveer un servicio público. En este marco, aun para los gobiernos se hace difícil regular el movimiento de los medios. Durante la última década la industria de la comunicación se ha caracterizado por la privatización de las telecomunicaciones, la introducción de nuevos sistemas de comunicación (los satélites, la TV por cable, la tecnología digital, Internet, los teléfonos celulares), la concentración de la propiedad de los medios, etc. Estos cambios han sido acompañados por modificaciones en el marco legal dentro del cual operan estos sistemas, alentados por las recomendaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU). La situación establece la necesidad urgente de desarrollar propuestas políticas desde la perspectiva de la ciudadanía, para asegurar el pluralismo y la democracia en el acceso a la información y la comunicación.
  • Los efectos de la globalización de los medios: La globalización de los medios de comunicación ha abierto el camino a una promoción amplia de la comercialización de los mensajes y del consumismo. Preocupa seriamente el efecto que provoca la tendencia a que las culturas y las sociedades sean homogéneas, cuyo resultado puede impedir que se reflejen adecuadamente la diversidad de razas, clases, castas, etnias y estilos de vida. Las grandes corporaciones transnacionales ahogan a las empresas nacionales. En este sentido hay aún menos espacio para los medios más pequeños, indígenas, y para las mujeres que trabajan en los medios y las productoras de programación que encuentran difícil mantener el control editorial o de producción que tenían, aunque fuera en una escala limitada, en los medios tradicionales y alternativos. La legislación y cuestiones de jurisdicción son temas problemáticos dado el carácter cada vez más transnacional de los medios.
  • La violencia contra la mujer: El uso de Internet para traficar con mujeres y vender pornografía ha agravado la explotación de las mujeres. La falta de mecanismos para regular el uso de Internet ha empeorado la situación. Mientras que la pornografía y la explotación de las mujeres siempre existieron, es ahora más difícil monitorear y controlar estas actividades. El uso de las mujeres y las jóvenes en la pornografía, el turismo sexual y el tráfico sexual se ve incentivado por la comunicación electrónica. El tráfico sexual puede usar ahora un sitio web con su imagen de la mujer y llegar así a muchas más personas. Crece el número de mujeres que odia la World Wide Web y la violencia y el acoso a las mujeres disuade a muchas de su utilización.
  • Iniciativas de mujeres en los medios: Las mujeres desempeñan un rol importante en los medios comunitarios, tanto en la conducción como en la planificación de la programación y en la toma de decisiones, dirección y administración. Este es el caso de América Latina. En Asia, existen muchos grupos que trabajan por cambiar la condición de la mujer en los medios. Han realizado investigaciones y desarrollado modelos para cambiar la situación actual pero sus esfuerzos no están siendo documentados ni explorados como modelos de intervención. El conocimiento es también un factor clave. En la era de la información, las mujeres enfrentan el desafío no sólo de desarrollar y sistematizar su propio conocimiento, sino también de asegurar que se emplea en su propio beneficio.
  • Otros temas: Las cuestiones de privacidad, libertad de expresión, libertad de información, etc., relacionados con las NTIC y la relación entre los temas que atañen a las mujeres y los medios, son cada vez más importantes para las mujeres. Debería explorarse más el alcance de la expresión de las mujeres por los medios alternativos, dentro del modelo de comunicación vigente en la actualidad.

Conclusiones

Al concluir esta contribución quisiéramos destacar las trabas y las limitaciones que acompañan necesariamente cualquier implementación de un esfuerzo mundial. Mientras reconocemos la inmensa diversidad de situaciones en relación a los medios que requieren ser mejoradas, nos gustaría señalar dos limitaciones clave de la PAB. La primera está relacionada con los limitaciones de la estructura y los procesos de la ONU que dificultan que se establezcan medidas para el cumplimiento que sean obligatorias para los estados miembros. Somos conscientes de que cualquier negociación o compromiso que se alcance tienen mucho que ver con un mejoramiento en las políticas de inclusión. La segunda limitación tiene que ver con las recomendaciones de la PAB, que están definidas como si todas las regiones y todos los países estuvieran en un nivel de desarrollo similar. Mientras que notamos la necesidad de reunir a varios países diversos en una misma región por cuestiones geográficas y administrativas, sentimos que este enfoque no permite que se traten temas específicos y contextuales. Como se señaló con anterioridad, el proceso de la ONU también ha dejado fuera las revisiones de los procesos regionales en su contribución "mundial", haciendo que esta contribución resulte problemática.

En el nivel de los gobiernos individuales, se necesita hacer más. Debido a que los gobiernos deben rendir cuentas ante sus ciudadanos, las mujeres alrededor del mundo deben vigilar sus movimientos y exigir por sus derechos. Al reconocer los derechos de las mujeres a ser parte igual y plena en el desarrollo, este informe destaca recomendaciones a los gobiernos, la industria de los medios y el público.

Recomendaciones

La imagen en los medios

  • Los medios deben abstenerse de presentar a las mujeres como seres inferiores y de explotarlas como objetos sexuales. Por el contrario, los medios deberían ser utilizados como una herramienta útil para promover una imagen positiva de las mujeres, acorde con su realidad. Todas las representaciones de los medios deberían estar de acuerdo con la demografía de su comunidad. Deberían eliminarse los estereotipos de género con el consenso y la voluntad de la industria de los medios, que también deberían buscar la eliminación de imágenes violentas o denigrantes de la mujer.
  • Es necesario que los estados formulen normas éticas mundiales, basadas en la igualdad entre los sexos, que fueran reflejadas en todas las producciones de los medios, incluyendo la programación y la imagen que transmiten los medios.
  • La falta de una investigación específica sobre la imagen que transmiten los medios es uno de los impedimentos más importantes para obtener un análisis continuo que sea efectivo. Deberían financiarse estudios para crear conciencia sobre las imágenes de género relacionadas con las políticas de comunicación. Deberían identificarse las diferencias regionales y la implementación de la legislación debería basarse en una investigación comparativa en este campo.

Políticas de comunicación

  • Los gobiernos y las ONGs tienen que asegurar mecanismos regulatorios de los medios de comunicación guiados por los valores de la justicia de género, los derechos humanos, el respeto a la diversidad cultural, a las expresiones culturales, a la sexualidad, al estilo de vida y al desarrollo sustentable.
  • Es necesario explorar el desarrollo de una Convención Internacional sobre la Mujer y los Medios que se refiera a cuestiones de diversidad, derechos humanos y cuestiones de género utilizando las convenciones e instrumentos internacionales ya existentes.
  • Los gobiernos deben continuar apoyando las radios comunitarias, el video alternativo y el acceso a la televisión, las cabinas públicas y el acceso comunitario a Internet, además del trabajo en red por computadora y los medios impresos alternativos.
  • Los gobiernos y las entidades correspondientes deben dedicar recursos y poner en práctica programas para aumentar el acceso de las mujeres a los recursos y el conocimiento de la comunicación, especialmente las NTIC en un marco de respeto por la diversidad cultural y por las necesidades y prioridades regionales y locales. También deben asignar recursos para promover la igualdad de género a través de los medios principales, los medios alternativos e Internet y promover un debate público sobre la responsabilidad social de los medios y diseñar e implementar códigos de éticos de conducta.

La participación en las decisiones

  • Es necesario un balance de género en todos los niveles de decisión en la industria de los medios. Esto podría lograrse a través de acciones afirmativas y sistemas de cuotas. Los intentos existentes de promover políticas voluntarias para la igualdad de oportunidades, la capacitación, etc., dentro de la industria de los medios no ha sido muy exitosa hasta el momento para quebrar el techo de cristal que impide el avance de las mujeres. Se necesitan más esfuerzos para mejorar las oportunidades de empleo de las mujeres y sus posibilidades de encarar una carrera profesional. Los lineamientos deben incluir el aliento de la participación de las mujeres en todos los niveles de decisión en la industria de los medios y en posiciones de dirección en las industrias tecnológicas y en los cuerpos consultivos del gobierno.

La defensa de los derechos de las mujeres

  • Tanto las audiencias como los periodistas necesitan ser sensibilizados acerca de las imágenes que se difunden del hombre y de la mujer, como así también de los temas de los cuales se les pide opinión y la extensión de sus intervenciones. También se debe mostrar como la falta de mujeres en cargos de decisión afecta estas imágenes. Se debe investigar más este tema y se deben alentar cursos y grupos de estudio sobre el mismo. Deben apoyarse y promoverse nuevos proyectos por la igualdad en los medios.
  • Deben tomarse las medidas necesarias para establecer y apoyar centros que sean responsables del monitoreo de los medios nacionales en todos los países. Deberían monitorearse todos los tipos de medios, incluyendo las redes electrónicas. Se debería apoyar a las mujeres para que desarrollen sus propias capacidades para el monitoreo y el análisis.
  • Las Naciones Unidas deberían sostener nuestra aspiración a incluir el derecho de las mujeres a la comunicación como una prioridad en la Agenda de las Naciones Unidas para el siglo XXI, contribuyendo de esta manera a la meta actual y futura de construir democracias basadas en el pluralismo y una cultura de paz.
  • Proponer que las Naciones Unidas convoquen a una Conferencia Mundial sobre Comunicaciones, como un espacio en el cual la comunidad de naciones, los medios y sistemas de comunicación y la sociedad civil tengan la oportunidad de discutir un marco ético para las acciones en el campo de la comunicación mundial, que sostenga prácticas democráticas y responsabilidad social.
  • Los gobiernos deberían revisar sus políticas para el financiamiento y la cooperación internacional dando prioridad al fortalecimiento de las redes de comunicación y los medios de mujeres y su dimensión de género.
  • Los gobiernos que no han establecido planes para "Acciones Futuras" de acuerdo con la PAB deben ser llamados al cumplimiento o a decir explícitamente que no tienen tales planes.

Para acceder a la versión completa de los informes regionales, invitamos a visitar el sitio web de WomenAction: http://www.womenaction.org/


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